La piel del cuerpo, así como la del rostro, necesita de vez en cuando una limpieza profunda para liberarse de todas aquellas impurezas que se acumulan día a día y la vuelven opaca y apagada.
Con la exfoliación se eliminan todas las células muertas de la piel, se promueve su regeneración, se acaba con todas las impurezas y el resultado final es una piel mucho más suave y bonita.
Antes de empezar, ten en cuenta que es importante exfoliar la piel del cuerpo en el momento de la ducha o el baño, ya que si lo haces sobre la piel húmeda proteges su estructura natural y no ocasionas irritaciones o sequedad.
Ingredientes:
- 1/2 taza de azúcar
- 3 cucharas de miel el Brezal
- 2 cucharadas de aceite de coco
- 1 copa de harina de avena
Cómo:
- Una vez tengas todos los ingredientes introduce primero el azúcar y la miel en una taza o recipiente y mézclalos con la ayuda de una cuchara hasta obtener una pasta un poco espesa. A continuación, añade el aceite de coco y la harina de avena y sigue removiendo hasta que se integre con la pasta.
- Extiende el exfoliante por todo el cuerpo mediante movimientos circulares sin ejercer demasiada presión. Relájate unos minutos y deja que actúe durante unos 5 minutos, luego retira aclarando con abundante agua tibia.
Ingredientes:
Cómo:
- Aplica miel sola sobre la cara con el rostro bien limpio.
- Deja reposar 20 minutos.
- Retira con abundante agua tibia.
Para conseguir un cutis limpio y radiante debemos exfoliarlo al menos una vez por semana. ¡Hoy nos haremos nuestra propia crema exfoliante con miel! ¿Te animas a probarla?
Ingredientes:
- Miel
- Azúcar
- Aceite de oliva o aceite de almendras
Preparación:
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En un recipiente mezcla 2-3 cucharadas de miel y 6 cucharadas de azúcar.
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Cuando el azúcar y la miel estén bien mezclados, añade 2 cucharadas de aceite y vuelve a mezclar hasta que estén todos los ingredientes bien integrados.
Uso:
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Limpia bien tu rostro. Aplica la mezcla por todo tu rostro mediante suaves movimientos circulares.
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Deja que actúe durante, aproximadamente, unos 10 minutos.
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Retíralo con agua tibia y aplica tu crema habitual.
Si hay algo de lo que estamos totalmente seguros es que Cleopatra, además de ser una gran faraona, fue también una gran adicta a los tratamientos de belleza para mantenerse joven.
La mascarilla de pepino era otro de sus tratamientos. Cleopatra utilizaba esta mascarilla para atenuar las arrugas de su rostro.
Ingredientes:
- Pepinos a rodajas
- Crema de leche batida
- Aceite de oliva
- Miel
Su preparación consistía en mezclar todos los ingredientes y aplicarlos en el rostro.
Siéntete como una verdadera diosa de la cosmética con estos trucos de belleza con miel y cuéntanos tu experiencia.
Como ya os contamos en anteriores publicaciones, Cleopatra fue una de las grandes pioneras en el mundo de la cosmética. Utilizaba todo tipo de ingredientes naturales para preparar cremas, mascarillas, baños y todo lo que le proporcionara un beneficio a la hora de lucir una piel perfecta y radiante. Y entre esos ingredientes también estaba la miel.
Una de las cremas preparaba con miel era la crema antiarrugas que se aplicaba por las noches.
Sus ingredientes eran:
- Miel.
- Lirio blanco.
- Cera fundida.
En un recipiente se mezclaban estos tres ingredientes, creando una especie de crema o pomada. Se la aplicaba en el rostro antes de irse a dormir y se la quitaba a la mañana siguiente.
La miel es un alimento que nos beneficia tanto por fuera de nuestro cuerpo como por dentro. Y es que, si tomarla como sustituto del azúcar es todo un placer, también lo es cuando la usamos como parte de nuestra rutina de belleza. Utilizar la miel como ingrediente de mascarillas caseras para nuestra piel nos ayudará a tener una piel hidratada, sana y rejuvenecida.
Si lo que queremos es hidratar nuestra piel con una mascarilla casera, mezclamos en un bol una cucharada de miel, una cucharada de aceite de almendras y el zumo de medio limón.
Aplica la mascarilla resultante y aplícala en tu rostro, masajeando en forma de círculos (evita el contacto con los ojos y labios) y deja actuar durante 10 minutos.
Retira la mascarilla con abundante agua tibia.
Cleopatra, la última Reina del Antiguo Egipto, y uno de los grandes referentes de la belleza, utilizaba la miel en sus famosos rituales de belleza.
La joven faraona tomaba baños de leche y miel que le proporcionaban hidratación y elasticidad a su piel. Hoy en día los grandes Spa de belleza aplican este tratamiento en sus circuitos, conocido como “Baño de Cleopatra”. En nuestro próximo post os daremos la receta.
En la Antigua Grecia, a quienes se les atribuye los cánones de belleza, utilizaban la miel para hidratar su piel, que mezclada con otros ingredientes también la utilizaban como exfoliante. Aportando suavidad y brillo en su rostro.
En la época Renacentista (tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna) la miel la mezclaban con varios ingredientes colorantes naturales, para teñir el pelo de las mujeres, siempre en tonos rubios-rojizos.
Hoy en día, la miel no falta en nuestros hogares, bien como sustituto del azúcar, como complemento en productos de belleza, o como remedio medicinal. Y es que la miel, aporta enormes beneficios para el ser humano.
El paso del tiempo se hace visible en nuestro rostro.
Las horas de sueño, el cansancio acumulado, el esfuerzo físico realizado en el trabajo, en el gimnasio, etc. son factores que pueden verse reflejados en la piel de nuestro rostro. Apareciendo ojeras y arrugas.
Existen mascarillas caseras que te pueden ayudar a que tu piel para luzca más radiante.
Solo necesitaremos:
- Miel
- 1 clara de huevo
- 1 cucharadita de zumo de limón.
Preparación:
- Batimos la clara de huevo y lo mezclamos con dos cucharadas de miel y una de zumo de limón.
- Aplicamos la mezcla en nuestro rostro y la dejamos actuar durante 20 minutos. Notaremos que nuestra piel se estira poco a poco. Limpiamos con un algodón con leche desnatada tibia y luego con agua tibia.
- Para terminar, masajearemos nuestra cara con nuestra crema hidratante facial habitual.