La piel del cuerpo, así como la del rostro, necesita de vez en cuando una limpieza profunda para liberarse de todas aquellas impurezas que se acumulan día a día y la vuelven opaca y apagada.

Con la exfoliación se eliminan todas las células muertas de la piel, se promueve su regeneración, se acaba con todas las impurezas y el resultado final es una piel mucho más suave y bonita.

Antes de empezar, ten en cuenta que es importante exfoliar la piel del cuerpo en el momento de la ducha o el baño, ya que si lo haces sobre la piel húmeda proteges su estructura natural y no ocasionas irritaciones o sequedad.

Ingredientes:

Cómo: