La piel del cuerpo, así como la del rostro, necesita de vez en cuando una limpieza profunda para liberarse de todas aquellas impurezas que se acumulan día a día y la vuelven opaca y apagada.
Con la exfoliación se eliminan todas las células muertas de la piel, se promueve su regeneración, se acaba con todas las impurezas y el resultado final es una piel mucho más suave y bonita.
Antes de empezar, ten en cuenta que es importante exfoliar la piel del cuerpo en el momento de la ducha o el baño, ya que si lo haces sobre la piel húmeda proteges su estructura natural y no ocasionas irritaciones o sequedad.
Ingredientes:
- 1/2 taza de azúcar
- 3 cucharas de miel el Brezal
- 2 cucharadas de aceite de coco
- 1 copa de harina de avena
Cómo:
- Una vez tengas todos los ingredientes introduce primero el azúcar y la miel en una taza o recipiente y mézclalos con la ayuda de una cuchara hasta obtener una pasta un poco espesa. A continuación, añade el aceite de coco y la harina de avena y sigue removiendo hasta que se integre con la pasta.
- Extiende el exfoliante por todo el cuerpo mediante movimientos circulares sin ejercer demasiada presión. Relájate unos minutos y deja que actúe durante unos 5 minutos, luego retira aclarando con abundante agua tibia.